Hola amigos buen inicio de semana. Les escribo las siguientes líneas con un gran sabor de boca. El sábado fuimos a las fiesta de cumpleaños de mi prima María, ella tiene 5 años y sus papás le organizaron una buena celebración en un salón de fiestas ubicado en la colonia Balbuena, al oriente de la ciudad.
Llegamos muy temprano, a mis padres les gusta la puntualidad, pero esta vez exageraron. Como llegamos con antelación ayudamos a mis tíos a organizar los dulces, la comida y todo lo necesario para el jolgorio.
En el salón de fiesta, la persona de limpieza estaba haciendo su trabajo, es decir estaba limpiando los juegos, la sala de baile en fin... el único inconveniente es que desperdiciaba mucha agua.
Con una manguera tiraba y tiraba litros de agua, tratando de enjuagar los materiales didáctico, la verdad eso me molestó muchísimo. Me acerqué a él y le exhorte a ahorrar agua, le aconsejé que con una cubeta de agua y un trapo era suficiente para limpiar los juguetes, se molestó y no me hizo caso.
Al mirar que seguía el desperdicio de agua, le dije a mamá el inconveniente y juntos fuimos con esta persona a insistir en lo valiosa que es el agua, pero lamentablemente nos ignoró y siguió tirando el vital líquido.
Ahora le comenté a mi papá y le dije que ni con buenas palabras entendía el Sr. de la limpieza, así que fuimos con el encargado del salón de fiestas e interpusimos nuestra queja. De inmediato tomó el toro por los cuernos y fue a regañar al Sr. haciéndole saber que si continuaba con ese desperdicio él se tendría que hacer cargo del pago bimestral del agua.
Al final de la fiesta, todo resultó de maravilla, pude ver que el encargado de limpiar tomó una cubeta y un trapo y comenzó sus labores, me sentí de maravilla, ya que pude poner mi granito de arena en el cuidado del agua.
Cuidemos el agua, es una fuente de vida para todos, les mando un saludo amigos soy Mario....Por cierto quiero felicitar a Joaquín el Plomero en su cumpleaños.